Alargar los ciclos

Visual Curator
Norma Marquez
Translator
Bryan Bravo

Reducir el consumo de recursos cambiando los paradigmas de producción, por ejemplo, alargando los ciclos de vida de los productos, reduciendo nuestro consumo a lo esencial, nos lleva a la idea de que podemos reparar y reutilizar. Se trata de alargar la vida de los bienes, redefinir los ciclos de producción y consumo y lanzar la idea de que esto puede considerarse un comportamiento virtuoso. También podemos alargar los ciclos para acelerar la transición hacia una economía circular, estimulando la competitividad y fomentando un crecimiento económico sostenible. He aquí, en pocas palabras, el significado de la idea de alargar los ciclos.

Modelos de diseño

Podemos cambiar, alargando los ciclos, incluso en los modelos de diseño, para garantizar que los productos puedan durar más y no estén sujetos a la obsolescencia programada. Hablamos aquí de objetos que pueden desmontarse con facilidad, cuyas piezas dañadas pueden sustituirse y que, por último, son artefactos que pueden insertarse en un nuevo ciclo de vida si siguen siendo funcionales.

Un ejemplo: el coche

Actualmente, la vida media de un coche nuevo es de unos siete años. Pero los coches viejos (como el Mercedes 240D), con su larga vida útil, se habrían fabricado (con esta vitalidad) siete veces más que un vehículo nuevo, con lo que se ahorraría siete veces la carga contaminante de la producción del coche.

El modelo 240D de Mercedes es el taxi más utilizado en África. Y es quizá el coche más sostenible del mundo, fabricado para vivir 30 años y recorrer hasta 600.000 kilómetros. Estos vehículos se usan ahora como taxis (a menudo con más de 2 millones de kilómetros y 45 años de vida).

Pueden alimentarse de las formas más diversas: con aceite, de frutos secos, de pescado, de colza, de girasol, de palma, biodiésel e incluso con grasa de fritura vieja. Un avance innovador sería entonces abandonar los coches desechables y volver a alargar los ciclos a vehículos construidos para durar muchos años y muchos kilómetros.

Replantear

Pero este concepto no solo se aplica a los coches. Todos los productos manufacturados podrían replantearse desde la perspectiva de la extensión del ciclo de vida. Podríamos tomar decisiones más informadas basadas en el ciclo de vida y aumentar el rendimiento de la inversión. Sería posible adaptar proactivamente los mensajes de marketing sin perder la conexión con el público objetivo. Mantener y reforzar el recuerdo, la reputación de marca y la fidelidad de los clientes. Todo esto es posible ampliando los ciclos de vida de los productos.

Hasta 1950, se necesitaban solo dos barriles equivalentes de petróleo para producir 100 barriles de energía. Hoy se necesitan 15 barriles equivalentes de petróleo para obtener 100 barriles de energía. Y dentro de diez años harán falta 25 barriles. Mientras que en 2050 extraeremos energía de los combustibles fósiles utilizando un barril para obtener dos.

Eficiencia

El hombre siempre ha intentado ser más eficiente. Pero que hoy existe un problema en la relación entre la producción de energía y el uso de los recursos es un hecho bastante claro. En todas las revoluciones tecnológicas, el imperativo ha sido avanzar hacia sistemas que ahorren energía. Hoy, sin embargo, la producción tiende a canibalizar la energía. Y esto podría llevar al colapso del sistema energético. Prolongar los ciclos (en términos de productos, tecnologías y recursos) parece una buena estrategia ecológica. “Hasta 1950, se necesitaban solo dos barriles equivalentes de petróleo para producir 100 barriles de energía. Hoy se necesitan 15 barriles equivalentes de petróleo para obtener 100 barriles de energía. Y dentro de diez años harán falta 25 barriles. Mientras que en 2050 extraeremos energía de los combustibles fósiles utilizando un barril para obtener dos barriles”.

¿Cómo controlar la gestión en el uso de los recursos? ¿Recursos que a menudo acaban en gran parte en los cubos de basura, cada vez más llenos? La cuestión es que no tenemos claro el verdadero paradero de los residuos, el origen de los recursos utilizados para producir bienes y los costes medioambientales asociados a su extracción, transformación y exportación. Y es innegable que alargar los ciclos podría permitir una mejor relación coste-beneficio, un mejor aprovechamiento de los recursos y una utilización más eficiente de la energía.

Reparación y reutilización

En las últimas décadas, hemos asistido al florecimiento de mercadillos y tiendas de segunda mano. Los centros de reparación y reutilización se inspiran en la misma filosofía. Siguen siendo estructuras marginales, pero, siguiendo las 54 medidas de sostenibilidad del ciclo de vida de la UE, deberían fomentar la prolongación de la vida útil de los productos. En detrimento de un sistema que sigue pivotando sobre la incineración y el vertido.

Los centros de reparación y reutilización, integrados en la gestión de residuos, permitirían interceptar grandes volúmenes de bienes en desuso y ponerlos de nuevo en circulación. Pensemos en ordenadores, bicicletas, electrodomésticos, componentes electrónicos. Pero también enseres, sanitarios, ropa, muebles, elementos de producción industrial. El objetivo, en absoluto oculto, sería también destacar el despilfarro a menudo ligado a la dinámica del consumismo, mostrando que un bien desechado por una mentalidad de usar y tirar aún puede vivir varias vidas. Prolongar los ciclos también ayudaría a evitar una crisis mundial permanente sin caer en una austeridad constrictiva y burocrática. Nuestra sociedad solo confía en la innovación y la tecnología. La experiencia y la historia suelen considerarse obsoletas e inútiles, que hay que reescribir. Alargar los ciclos puede ayudarnos a invertir el rumbo.

Para más información: Ciclo de vida

Quizá le interese: Pequeñas empresas y transición sostenible