Los aceites naturales más sostenibles

La sostenibilidad continúa su evolución en la industria de la belleza y el bienestar y toma la delantera con los aceites naturales, que ofrecen enormes beneficios con un mínimo efecto sobre el medio ambiente.

Jill Rowe es la cofundadora de Cultivate Apothecary de la granja Stonegate Farm, una eficaz línea de cuidado de la piel y bienestar en la que ella y su socio, Matthew Benson, se dedican al cultivo de la tierra y a recolectar las semillas, flores y frutos que se emplean en la formulación de sus productos.  De hecho, cultivan un 80% de los ingredientes que usan.  Se han convertido en un ejemplo perfecto de las empresas que, a día de hoy, optan por los aceites más sostenibles para desarrollar sus productos.   

Pareja joven sonriente en la entrada de la granja, rodeados de flores y plantas. Ambos llevan vaqueros, camisa y botas de trabajo. Ella, en primer plano, sujeta con la mano izquierda una cesta con flores y se apoya sobre él.
Jill Rowe y Matthew Benson en Stonegate Farm

En sus propias palabras, «el principal impulso a la hora de lanzar nuestra marca de cuidado de la piel y bienestar fue la experiencia adquirida durante décadas en la granja y las prácticas relacionadas con la agricultura sostenible a pequeña escala». La sostenibilidad no solo se aplica al origen de los ingredientes o a la elaboración del producto, sino también a los materiales empleados durante las fases de pre y post-producción. Este enfoque sostenible a todos los niveles es una parte esencial de la filosofía de Cultivate Apothecary.

Los aceites naturales

La sostenibilidad es el principio fundamental. En este sentido, Jill declara:

«A la hora de desarrollar los aceites, llevamos a cabo una investigación exhaustiva sobre qué extractos naturales son más eficaces para el bienestar interno y externo. Trabajamos principalmente con ellos para así poder controlar todos los aspectos del producto, desde la semilla hasta el sérum. Lo siguiente que tenemos que considerar es el origen de los aceites portadores y esenciales. ¿Cuáles podemos comprar que se cultiven en Estados Unidos? Intentamos que nuestra huella de carbono sea mínima y no solemos recurrir a ingredientes producidos fuera del país».  

Para Jill es muy importante diseñar una línea que tenga en cuenta la sostenibilidad de sus aceites.  Los clientes constituyen la base del negocio; clientes que confían en ellos para adquirir productos que cuiden del planeta.

Mortero de piedra oscura, flores rojas y amarillas y lo que parece un vial con aceite.

Productos sostenibles que cuidan del planeta

Lo más relevante a la hora de elegir los aceites es investigar los principios naturales más potentes.  Cuando Jill comenzó a trabajar en este campo, se dio cuenta de que había una serie de productos estrella y comenzó a cultivarlos.  

«Cultivamos una fruta llamada Aronia melanocarpa (aronia). Se trata de la fruta más antioxidante del mundo y del componente básico de nuestras tres mascarillas botánicas y de nuestra primera tintura bebible, Be Well.  Otras frutas y plantas muy conocidas que cultivamos y empleamos en nuestra gama son el membrillo, que alivia las afecciones de la piel irritada y es rico en vitamina C, la consuelda, la milenrama, el manto de la virgen y la equinácea».

Otro aspecto fundamental es el enfoque minimalista. Al fin y al cabo, lo bueno, si breve, dos veces bueno:

«No quería que nos convirtiéramos en una de esas marcas que meten 45 ingredientes en una botellita de 30 ml. Mi objetivo era incluir menos de 12 en una botella de 50 ml. Los resultados hablan por sí solos».  Gracias a sus fórmulas patentadas, procedentes de los aceites más sostenibles, Jill no tiene competencia en el sector.  Los productos de la línea son, sin lugar a dudas, únicos e irrepetibles.

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Flores de lavanda secándose en un invernadero.