Ser ecofeminista: Verde y rebelde

Ser ecofeminista: Verde y rebelde

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Giorgia Barbiero

El Jardín-huerto ecofeminista que cultivo no predica el retiro del mundo, sino un compromiso histórico contra las formas patriarcales de insaciable voluntad de dominación que conducen a la crisis ecológica. Verde y rebelde, libre y lleno de vida, sus caminos soleados y sus senderos umbríos invitan a imaginar y proyectar un mundo futuro de igualdad entre los sexos y paz con la Naturaleza, un mundo sin explotación humana o animal y en el que la diversidad no sea motivo de opresión.

Alicia H. Puleo – Claves ecofeministas. Para rebeldes que aman a la Tierra y a los animales

Introduciendo el pensamiento ecofeminista

Así es como Alicia Puleo nos empieza a introducir en la filosofía ecofeminista.

Alicia (1952) es una filósofa feminista española, catedrática de Filosofía Moral y Política de la Universidad de Valladolid.

Es ampliamente conocida por el desarrollo del pensamiento ecofeminista crítico y ha escrito varios libros relacionados con esta corriente.

El ecofeminismo pretende ser una redefinición de la realidad, como lo son el feminismo, el animalismo y el ecologismo, que se entrelazan en su teoría y práctica.

Surge del encuentro entre el feminismo y la ecología. Implica una nueva visión empática de la Naturaleza que redefine al ser humano en clave feminista para avanzar hacia un futuro libre de toda dominación.

Este Jardín quiere estar libre de antropocentrismo y de androcentrismo.

¿Cuántas veces habéis leído la palabra ‘hombre’ como sinónimo de ‘humanidad’?

En esta corriente ecofeminista también se quiere desterrar el concepto de «medio ambiente», pues se entiende que es aquello que rodea al ser humano (antropocentrismo) y sustituirlo por Naturaleza.

Defender a la Naturaleza es defender también a los seres humanos.

Origen

Aún es difícil poner una fecha de inicio a esta corriente, pues ya sabemos que cualquier pensamiento que surgiera de una mujer era vetado y borrado.

Sin embargo, algunos nombres han empezado a trascender.

En la época la Ilustración, existió una corriente minoritaria compuesta por pensadores y pensadoras. Ésta reivindicó la igualdad de todos los seres humanos.

Nombres como Poulain de la Barre, Olympe de Gouges, Condorcet, Mary Wollstonecraft no son todavía suficientemente recordados a pesar de su enorme aportación al respecto.

El surgimiento del ecofeminismo como punto de contacto entre las reivindicaciones de las mujeres con las metas del movimiento ecologista se dio en los años sesenta del pasado siglo.

Sherry Ortner (UCLA, California) mostró, en 1972, las evidencias empíricas de que se asociaba la figura de la Mujer a la de la Naturaleza.

Simone de Beauvoir sentó las bases de la filosofía feminista con su libro El Segundo Sexo (1949) de la que se nutriría después el pensamiento ecofeminista.

Françoise d’Eaubonne fue quien acuñó el término «ecofeminismo» (1974) y puso de manifiesto la conexión entre la explotación de la naturaleza y la de la mujer.

Ser ecofeminista: Verde y rebelde

Claves ecofeministas

La base del ecofeminismo crítico (no esencialista) la componen: los derechos humanos, la sostenibilidad y el trato dado a los animales.

Si bien, es difícil condensar toda la corriente en el presente artículo, daremos unas pinceladas sobre sus claves:

  • Defiende la libertad del cuerpo de la mujer y el derecho a la anticoncepción y a la interrupción voluntaria del embarazo.
  • Defiende la igualdad de los seres humanos tanto en dignidad como en derechos.
  • Se llama a renunciar a la forma de pensar que nos ha traído la Modernidad: el dominio de la Naturaleza, olvidando que somos parte de ella.
  • En la actual era del Antropoceno, la humanidad se enfrenta al desafío de alcanzar una civilización ecológica y una justicia social e interespecies.
  • Los alimentos sin agrotóxicos no deberían ser el lujo de una minoría, sino un derecho de toda la población. Hablaremos de la agroecología en el próximo artículo.
  • El ecofeminismo crítico no implica un peligroso rechazo a la ciencia médica que pueda conducir a confiar en pseudoterapias alternatvias capaces de curar enfermedades graves
  • La educación ambiental predominante sigue sin facilitar una conciencia crítica de los roles de género y sin visibilizar a las mujeres como víctimas de la crisis ecológica y como protagonistas del cambio hacia una cultura de sostenibilidad.
  • Los animales no humanos con extraordinarios compañeros en nuestro viaje por la vida. La causa de los animales llama a una evolución ética y a un salto cualitativo de la conciencia humana que el ecofeminismo debe impulsar
  • El ecofeminismo preconiza el veganismo y el vegetarianismo, bien sea por consideración a los animales, bien por considerar que el consumo de carne es insostenible en la sociedad industrial debido a la elevada contaminación ambiental que se produce.
  • Demanda la reconciliación con los cuerpos y con su materialidad vulnerable. Recuerda que existe un amor sin odio, un deseo sin cosificación ni violencia.

Referentes

Si bien han salido ya algunos nombres en el desarrollo del artículos, os dejamos cuatro mujeres que han sentado las bases del Ecofeminismo y os animamos a leer sobre ellas y sus obras: