Casi dos años después y todavía son innumerables los ejemplos de cómo nuestra vida ha cambiado desde marzo de 2020; la pandemia, y como consecuencia el confinamiento, ha hecho que nuestra realidad se haya visto alterada, creando un impacto en nuestros hábitos de consumo.
Sin ser excepción, la industria de la moda y el sector textil se vio gravemente afectado por esta situación global, según un estudio de The Boston Consulting Group, hablamos de una caída del 35%-40%. Debido a esto muchos negocios tuvieron que buscar una forma de “reinventarse” y así poder adaptarse a la nueva situación.
Pero no todas las ramas de la moda sufrieron el mismo impacto.
Impacto positivo
Si es cierto que muchos negocios de moda sostenible nacieron o incluso resurgieron durante este periodo de pausa en el que nos vimos involucrados.
Para este artículo, hemos contado con la colaboración de Nuria Neira (@nurianeiraconsulting), consultora en moda y belleza emergente y sostenible. Nuria nos habla de un impacto muy positivo en la moda sostenible y local, ya que para ella durante el confinamiento se produjo un cambio de nuestra rutina, la gran pausa; “durante la pandemia los seres humanos hemos tenido tiempo, que es algo que no teníamos nunca. Tiempo para reflexionar, y tiempo para replantearnos nuestra forma de vida, y ahí también entraba la moda.” Eso ha cambiado la trayectoria de muchas marcas de moda sostenible, sobre todo gracias a las plataformas digitales y redes sociales.
En octubre de 2021, Nuria publicó su libro La nueva era de la moda: La guía definitiva para la moda emergente, donde se priorizan los valores de este sector en auge; moda que según Nuria “ha llegado para quedarse y para ser el único tipo de moda que tiene cabida en este planeta.”
Asimismo, otro factor derivado del confinamiento que ha influido favorablemente en el resurgimiento de la moda local ha sido precisamente la cercanía a nuestros hogares.
Reinvención y adaptación
Pero no todas las “tiendas de barrio” contaron con la misma suerte. Desde Guasinei (@guasinei), ropa ética y sostenible hecha en Andalucía, Javier Ros nos cuenta su experiencia con la pandemia y el confinamiento, “nos llevamos casi dos meses sin vender ni una prenda”. Eran tiempos de incertidumbre, sobre todo económica, que llevó a muchos consumidores a ser más prudentes con el consumo.
Por lo que decidieron reinventarse para poder adaptarse a esa nueva situación y Guasinei empezó a fabricar y diseñar mascarillas reutilizables y personalizadas, siendo de los primeros en Sevilla en tener mascarillas higiénicas con esas características, abriéndoles de nuevo las puertas a consumidores, tanto a nivel individual como empresas.
Así, utilizaron como idea un nuevo producto que se convertiría en imprescindible desde el inicio de la pandemia hasta día de hoy; “este acto de innovación, que fue grandioso, nos ha servido para dar a conocer la marca”.
Este caso nos sirve de ejemplo de superación y resurgimiento gracias a la pandemia y el confinamiento.
Desde The Green Side of Pink os animamos a que salgáis a descubrir tiendas de moda sostenible en vuestra zona. La moda local tiene un impacto muy positivo ya que:
Ayuda a reducir el impacto medioambiental, en cuanto a producción, transporte, packaging, etc. También ayuda a mejorar la economía local, dando puestos de trabajo y ayudando a valorizar la zona, apostando por un comercio justo y responsable. Por otro lado, aumenta la diversidad cultural y creativa, haciendo que la zona tenga un toque personal y original, representando alguna particularidad. Sin olvidar que son productos creados para durar y atemporales y únicos, donde la producción es limitada, haciéndolos exclusivos.
