En febrero de 2024, la Unión Europea aprobó nuevas normas para proteger el medio ambiente. La antigua normativa sobre delitos medioambientales se quedó estancada en 2008, pero no era suficiente para respetar adecuadamente el medio ambiente. En 2024, los retos sostenibles aumentan.
Debido al aumento de los controles y restricciones en este ámbito, cada vez más empresas deben adaptarse creando productos no solo eficientes, sino también ecológicos. Al mismo tiempo, aumentan los canales de promoción de nuevos productos para guiarnos hacia un futuro más ecológico.
Cada vez hay más ferias y eventos que tienen el reciclaje y la sostenibilidad como temas principales. La intención no es solo promocionar productos de pequeñas y medianas empresas, sino sobre todo concienciar y mostrar que es posible comprar productos no solo ecológicos, sino también eficientes, atractivos e interesantes.
En marzo, el equipo de The Green side of Pink fue invitado a Milán a la 20ª edición de«Fa la cosa giusta«, la feria del consumo crítico y los estilos de vida sostenibles. La edición de este año fue un gran éxito, con un gran número de consumidores y productos originales y creativos expuestos.
Dos retos sostenibles con plástico
Luca y su hermano Silvio, en Venecia, han creado Cycled Project que, como reza en su página web, «da una nueva vida a la única parte contaminante de la bicicleta». ¿De qué estamos hablando? De las ruedas. Con este material tan difícil de reciclar han creado cinturones, pulseras, correas de reloj y llaveros. La producción se lleva a cabo en el Véneto con el apoyo de unos 300 talleres y utilizando entre 15.000 y 18.000 neumáticos al año. Alemania, Bélgica y Holanda son los principales compradores.
La idea surgió de la necesidad de crear accesorios para los amantes de las dos ruedas. Así nacieron las correas, pero también un auténtico pasaporte con un chip integrado para contar nuestras aventuras. La empresa Cycled extiende su compromiso ecológico a todos los ámbitos de su actividad. Su material publicitario, por ejemplo, está fabricado con papel producido a partir de algas de la laguna de Venecia.
Otro accesorio interesante nos llega de Comunicare in Eco. Annalisa y Erika fabrican ahora bolsos y mochilas. En la ciudad italiana de la moda, recogen lonas de camiones, pancartas publicitarias, cámaras de bicicleta, cinturones de seguridad y los ensamblan para fabricar sus productos. Los desguaces de automóviles, por tanto, pueden describirse como los mejores proveedores de materias primas. Un excelente ejemplo de reciclaje.
Las telas
Las jovencísimas Luciana y Gabriella han creado la marca Sophi en la región italiana de Campania, utilizando algodón orgánico certificado y retales de tela para crear camisetas, chalecos y bolsos. ¿De dónde proceden estos retales? De empresas tapiceras cercanas, que de otro modo tendrían que pagar un impuesto por todo el material de desecho. Sus productos no solo son el resultado de algo que en otras circunstancias se habría desechado, sino que vienen con un embalaje sostenible. Una revelación es también el cartón que envuelve las tarjetas de la línea Aloe: ¡se puede plantar! En su interior hay pequeñas semillas que, con cuidado y dedicación, pueden dar lugar a hermosas plantas.
Molce Atelier también evita el despilfarro y da una nueva vida a los tejidos en desuso y a los retales donados por los almacenistas. Los fundadores, gracias a una convocatoria de la comunidad europea en asociación con el ayuntamiento de Milán, obtuvieron financiación para abrir este lugar que no es solo una sastrería sino un verdadero refugio. De hecho, acoge a mujeres víctimas de la violencia que, además de apoyo psicológico, aprenden a coser no solo telas sino también sus heridas.
Algunos retos
Hacerse un nombre no siempre es tan fácil para estas empresas, que viven un poco a la sombra de las empresas clásicas, quizá menos ecológicas.
What a Eco se compromete a apoyar a las empresas y artesanos que se preocupan por nuestro planeta. Dan visibilidad a las marcas certificadas y han creado un comercio electrónico con reventa de productos de más de 250 marcas.
Stand «What a Eco»
Los esfuerzos de estas realidades no son pocos; hacerse un hueco en una sociedad consumista no es fácil, así como hacer entender al consumidor que el producto ecológico tiene más ventajas y finalmente conseguir fidelizarlo. Además, se necesita mucha dedicación, trabajo y control por parte de los artesanos, no solo para la obtención de los materiales, sino para que en cada paso se tenga en cuenta su impacto sobre el medio ambiente y los recursos humanos. Este proceso conlleva un aumento del coste del producto final y también por eso, con demasiada frecuencia, los consumidores prefieren, desgraciadamente, comprar en otro sitio.
Pero, reflexionemos, ¿cuál será el coste cuando hayamos agotado los recursos naturales de nuestro planeta?