Producción textil y conflicto moral

La producción textil y su conflicto moral es, como hemos hablado en innumerables ocasiones, uno de los factores que hace que la moda tenga un lado ’oscuro’. A parte es uno de los sectores que más impacto causa en el medioambiente. En artículos anteriores hemos hablado de textiles usados en la fabricación de prendas y la huella medioambiental que dejan, como por ejemplo el algodón. 

En este artículo vamos a centrarnos en el proceso de fabricación de esas prendas, en el taller y/o fábrica.


Realidad

A parte del impacto medioambiental, la industria textil también se mancha con la imagen de explotación laboral, sobre todo en países donde la precariedad laboral se lleva a niveles extremos como Bangladesh, Vietnam, India, o China entre otros, donde los trabajadores no llegan a cobrar 1€ la hora.

En un artículo de XL Semanal hacen una visita a una fábrica textil en Camboya, donde hacen preguntas a los trabajadores sobre las condiciones laborales. En esta fábrica de Nom Pen trabajan unas 2000 mujeres entre ocho y diez horas diarias, produciendo unas 18 millones de prendas al año. El coste salarial por prenda en esta fábrica oscila entre los 15 y 20 céntimos. 

En esta fábrica se confecciona para grandes marcas que conocemos y estamos familiarizados y la respuesta que dan a estas condiciones es que los salarios mínimos son establecidos por la ley del país. 

Soluciones

Muchas marcas, entre ellas españolas, están creando iniciativas para mejorar la calidad laboral de este tipo de talleres, como la organización ACT (Acción, Colaboración y Transformación), pero nada cambia que sigan eligiendo donde más barato cuesta producir.

Alternativas

María Almazán, emprendedora y creadora de Latitude, ha sido una de las pioneras españolas en crear una alternativa tras experimentar de primera mano lo que se vive en estos países de producción textil. 

Como bien explica María en una entrevista que realizó con El Confidencial, antes no existía ningún departamento de sostenibilidad ni nadie que pronunciase eso como un problema. Ya que durante muchas décadas se ha ocultado el impacto que estaba causando. 

Para María las personas y el medioambiente son las prioridades de la actividad textil; Latitude cuenta con siete talleres, donde no sólo se realiza una labor sostenible sino social, ayudando a mujeres en riesgo de exclusión social.

100% made in Spain sostenible 

Mientras muchas marcas decidieron trasladar el punto de fabricación a países asiáticos, otras debieron quedarse, incluso otras nacer en fábricas y talleres españoles. 

La moda 100% made in Spain ofrece unas características diferentes: 

-Materiales locales 

-Puestos de trabajo 

-Mejora la economía local

-Menos coste de transporte 

-Menos embalaje en el transporte 

-Revalorizar la zona 

María apoya la sostenibilidad como única opción de futuro, “quien no introduzca procesos sostenibles, estará en el pasado y quedará atrás”. Opinión que coincide con un artículo que realizamos hace unos meses junto con Nuria Neira, “ha llegado para quedarse y para ser el único tipo de moda que tiene caída en este planeta”.